vendredi, septembre 18

El mundo es gigante. Solemos verlo de dos en dos. ¿Te acuerdas de todos los viajes que hicimos juntos? en la mayoría de fotografías estamos los dos solos, en otras los dos juntos, en otras ninguno, solo esos paisajes que siempre están allí. Es triste pensar que cada lugar, que cada cosa, tiene un significado especial para cada ser. Cuantas veces hemos soñado con ser los únicos que poseemos conciencia de todo! En verdad no somos nada. Dan, me siento minúsculo si no estas a mi lado! Me estoy comiendo un melocotón y me estoy poniendo perdido! Ahora he decidido que no cenaré por las noches. Como fruta por las tardes y ya no como luego, o como mucho cereales con leche. Esta noche pienso ir al cine, a ver la ultima de Tarantino. Así, para abstraerme un poco, y pensar que en otras épocas la sociedad estaba mucho peor de lo que está ahora. En el estudio hace frío, tengo los pies helados. Barcelona hoy estaba empapada. Ha llovido a las diez de la mañana y la lluvia me ha impedido hacer un café antes de entrar en la filmoteca. Luz verde; verde, verde.
No he conseguido escribir nada hoy, creo que saldré a tomar un café. Alguien encontraré que me inspire, o eso espero. Ya he colgado el reloj de 49 Bond Street que me enviastes. Tenía la ilusión de que fuera una pista de donde estabas, pero he descubierto que no lo es. La calle está poco habitada y tu no vives allí, ya me he asegurado de ello. Así que supongo que solo querías decirme que el tiempo pasa. Es gracioso, lo he colgado justo detrás de la pantalla. Lo tengo delante. Te he imaginado comprándolo, en cualquier lugar; envolviéndolo, en cualquier casa; enviándolo, en cualquier oficina de correos. Me pregunto cuántos kilómetros habrá volado, flotado o rodado. Me gustaría preguntarselo. Lo he hecho pero no me contesta. En fin, creo que salgo, aquí no hago nada hoy. Qué dura la traducción! Olvido todo lo que he aprendido por momentos! Lo bueno es que tengo todo el tiempo del mundo! Ya te diré si me gustó la película... almenos las palomitas sé que me gustarán seguro.

Louise

jeudi, septembre 17

Ayer, al anochecer estuve con Gatien tomando unas copas. Nos emborrachamos. No tiene control. Bebe, bebe y bebe! nunca he visto a nadie sorber tantos y tantos litros como lo hizo ella! Como si fuera su té rojo, Dan, te lo juro! Está de muy mal humor, la veo sola y sin ganas de nada! Su belleza ha oscurecido y ahora en sus ojos solo veo tristeza! No soporto verla así. Me siento impotente. No puedo hacer más por ella que pagarle todo, o mayor parte, de lo que bebe. La situación es deprimente. Si anoche hubiera sido un expectador ajeno hubiera visto lo siguiente:
Un tipo con sombrero y gafas gigantes, vestido de traje, que quiere destacar y no lo consigue, cruzado de piernas y con el codo apoyado a la mesa, bebiendo sorbitos de su vino y mirando unos labios rojos que no paran de hablar y sorber, hablar y sorber, hablar y sorber. Unos ojos con el rímel corrido. Un pelo largo alborotado. Unas piernas largas y delgadas magulladas. Unos zapatos de tacón medio caídos. Un tobillo desnudo.
Qué glamour mas triste.
Gatien no paró de hablar. Ni siquiera me escuchaba. Todo lo que decía era absurdamente abstracto. No puedo creer que eso saliera de ella, de veras. Hablaba de las pocas razones que tenía para vivir, de lo que le faltaba y de lo que quería, de la crueldad que mostraban todos los que le rodeaban -exceptuándome a mí, cosa que dijo porque yo estaba presente-; en fin, deprimente.
No la reconozco, Dan.
Necesitaba contarte esto. Nos tienes sorprendidos, ha pasado tanto tiempo y no sabemos nada. En fin, espero estes bien. Gatien no te nombro en toda la noche, pero te puedo asegurar que en todas sus palabras estabas presente.
No se si debería decirtelo, pero, después del lab's la acompañé a su casa y me pidió que le hiciera el amor.
Lo hice.
Aunque no creo que eso sea lo que mas importe ahora.



Louise

mardi, septembre 15

¿Dónde estás?

Cuando intentaba crear una escena a Dan la mente se le quedaba en blanco. Lo recuerdo mirando al vacío. En los cafés, mientras pensaba se mordía el labio inferior con los dientes y muchas veces se hacía heridas. Le gustaba que me sentara en una mesa alejada de la suya y que lo observara. Dan adoraba que le adorasen. Si hubiese tenido la oportunidad de mirarse en un charco de agua horas y horas, como hizo Narciso, también se hubiera enamorado de él mismo, estoy seguro. Mientras le observo. Mirándolo siento como todo parece mas pequeño. Su grandeza se expande metros a su alrededor. El modo que tiene de observar a través de sus ojos negros me deja sin respiración.
Imagino como debe ser su cuerpo desnudo, sin la elegancia del vestir. Me pregunto cómo sería Dan sin sus pantalones de pinzas y sus camisas viejas; bueno, me lo preguntaba.
Dan, donde quiera que estes, quiero que me digas algo. A través de este dichoso ordenador o por teléfono. Me moriría al escuchar tu voz! Casi ni la recuerdo! Te pienso, y sé que me piensas. Llámame, escríbeme o por lo menos leeme! Envia señales de humo, mensajes en botellas, hazme saber de tí telepáticamente. Boston es demasiado grande para tí...Demasiado pequeña para los dos!

Louise

lundi, septembre 14

Entré al bar con el propósito de emborracharme. Después de todo el día intentando hacer algo no he conseguido encontrar nada que hacer. He estado dando vueltas, mirando arriba y abajo, entrando y saliendo de lugares, observando las caras de los felices que me rodeaban. A momentos he visto personas perdidas, como yo. Antes tenían algun objetivo en la vida, ahora carecen de él.
Aún no recuerdo como acabo todo. Como empecé a sentir que ya no había nada que hacer, nada por lo que levantarse cada día. Perdí toda esperanza en cuestión de días.
Sin rumbo, ahora solo queda vivir sin rumbo.

tengo sueño.

Louise

dimanche, septembre 13

Entre la hierba

Anoche me perdí entre la hierba. Algo se fué, se desvaneció.
Dormía. A las cinco de la madrugada me desvelé. Estaba sola. un lugar desconocido. El cuerpo que esperaba encontrar a mi lado no lo estaba. Noto como la respiración se me acelera y se me abren los ojos. Me despierto. Recorro el piso buscándolo. Ni rastro de él. Sigo estando sola. Me tropiezo con una maceta, me hago daño. Enciendo la luz de la sala de estar: botellas, comida, colillas y café encima de la mesa. Algo verdaderamente deprimente. Le deseo la muerte. Busco el teléfono. Lo llamo. No hay respuesta. Era de esperar. Busco su teléfono. No está. Llaves? tampoco. Se ha ido. Pienso en irme. Pienso en quedarme. Debo descansar para poder rendir al día siguiente. Me meto en la cama. Pienso. Maldigo. Me exaspero. Ansia. Ansia. Ansia. No parezco evolucionar de ningún modo. Consigo dormir, o eso creo. Oigo la puerta. Me desvelo. Pasos. Interruptores. Luces. Pasos. Ansia. Carraspeo. Vuelta. Sudor. Rabia. Luz. Cadena. Botella. Suspiro. Alguien se mete debajo de las sabanas. Me roza la piel. Me aparto. Chillo. Déjame en paz. Déjame en paz. Déjame en paz. Duermo en paz.

Louise