samedi, novembre 7

'Hoy he estado pensando. He llegado a la conclusión de que hay gente bella en el mundo, gente especial. En la butaca de al lado del cine Odeón, Milano, había un hombre. Un hombre que debería estar entre la cuarentena y la cincuentena. Estaba sentado junto a otro hombre. Eran elegantes. Él inquieto. Cuando la sala se ha iluminado en el intermedio le he mirado a la cara. Enseguida he pensado que eran homosexuales. Justo en el fundido a negro de intermedio y al tiempo que se encendían las luces nos hemos quitado las gafas, los dos a la vez. Al rato ambos han entablado una conversa que me ha hecho entender que mi idea, mi prejuicio, era equívoco. Él hablaba de una Nikon, una cámara fotográfica. La primera que tuvo, 35 años atrás. Eso me ha dado a entender que no se conocían, porque una pareja conoce esos detalles. Es muy importante saber la cámara que te pasó primero por las manos? Sí; No. La respuesta es subjetiva. Ninguna respuesta es amoral. Todo está bien desde el punto de vista en que lo mires. (N ríe a mi lado). ¿por qué, si vivimos solamente el presente, debemos preocuparnos por cosas que no son triviales? ¿por qué? Si tuviera la respuesta a esa pregunta sería un ser libre. No importa eso que pase. El pasado no tiene sentido. Porqué, de que sirve un pasado si luego el presente te lo puede arrebatar todo? Si tuviéramos alguna seguridad, alguna certeza, tendría sentido todo lo que hacemos, las preocupaciones. Pero como no hay ninguna certeza no tiene sentido. Pero ahora lo debemos mirar desde el punto de vista contrario. Si existiera alguna certeza del final, ¿como se regiría el mundo? Tendríamos mas claro aquello que queremos en función del tiempo que tuviéramos. Tendríamos miedo a medida que se acercara el momento. Nos arriesgaríamos ha hacer cualquier cosa, porque sabríamos que no es el final. Sabríamos todo y cada uno de los hechos con la absoluta certeza.

lou

mercredi, novembre 4

¿y qué eras en la otra vida?

No lo recuerdo

¿de veras no te acuerdas!? ¿No recuerdas si saltabas, cantabas, llorabas o quizá permanecías inmovil en una gran montaña?

No, señor.

¡Piensa! No te rindas! En mi opinión eras un erizo de mar.

¿Y por qué piensa usted eso? ¿Acaso tengo pinta de erizo?

No, no tienes pinta de erizo, per tuve esa impresión.

¿Y qué es una impresión?

Una impresion es algo que te pasa la cabeza, así, sin mas, y tomas como algo cierto y que puede tener un misterioso valor.

Entiendo. Y usted a tenido la impresión de que yo era...

Sí, efectivamente, que en tu otra vida eras un erizo de mar

Suena bien, y me hubiera gustado, pero yo no era un erizo.

¿ A no?

No.

¿Y qué eras?

Pues era un astronauta marino

Querrás decir un astronauta espacial... o un marinero, quizás.

No, señor, un astronauta marino.

Eso es imposible, no existe tal cosa.

Se equivoca. Tal vez aquí no existá pero allí existía. Allí lo que aquí llamamos aire era el agua, y lo que aquí llamamos agua era el fuego.

Entiendo...pero... mira, es tarde y debo irme.

Adiós.

Adiós, señor.


El viejo Jack volvió a casa, abrió la puerta, cogió su pipa y se sentó en su gran sillon. Sumido en el silencio que reinaba su salón se puso a pensar que su tiempo se acababa y que su vida carcía de sentido. Recordó su infancia y su adolescencia. Y deseó ser capaz de atrasar el tiempo.
Pero, señores, el tiempo no tiene retrasos ni treguas.


Lou

mardi, novembre 3

No me dijo nada. Me hizo pasar a una sala y sentarme en un enorme sillón. Luego se puso detrás. Me tapó los ojos con un pañuelo. Olía a él...
Tardó mucho rato hasta llegar a mis sandalias. Me acarició los dedos de los pies, uno a uno. Luego me quitó la sandália y me chupó los dedos del pie derecho. No pude evitar gemir. Gemí muy fuerte. ¡Qué maravilla!