Por Lou Kine
Es algo memorable, algo para recordar. No eternamente, quizás, pero almenos por un tiempo. No cada día uno encuentra a su ot
ro yo. No cada día una se pone un antifaz para ir a una fiesta. En compañía inglesa pasa desapercibida, dejando rastro de perfume y pasos por todas partes. Alguien le tiende la mano.
- ¿Eres tú?
- ¿quién?
- Tú
- Por supuesto que soy yo...quién voy a ser sino yo
- Pero, ¿que clase de yo?
- Un yo extraño, oculto.- ¿Como te llamas?
- Adrien
- Hola Adrien
- Hola...
- ¿Te apetecería un beso?
- Pregúntale a él
-¿Can I kiss her?
- yes...
Y alguien besó mis labios mientras mis párpados apretaban mi cristalino de una forma desgarradora. Un impulso eléctrico hizo temblar mis extremidades, mis L....todo mi cuerpo flojeó. Cuando tuve fuerzas para quitarme el antifaz él había desaparecido.
Le busqué por todas partes, pero no lo encontré.
¿Cómo voy a encontrar unos labios como los suyos?
No sabía como pero lo haría. Por más que preguntara a Thomas como era, obtenía una respuesta negativa. Se limitaba a decirme que no se acordaba, que no se fijó, que ni siquiera estaba seguro de que fuera un hombre. Estuve toda la noche intentando sacarle una única palabra, un único dato que me ayudara a entender como poder encontrarlo.
Recordaba el olor de su respiración, la temperatura de su piel…pero sobre todo sus labios. Sentí tal necesidad de verlo, de contemplarlo y poder abrazarlo que me derrumbé. Esa noche, que debería haber sido divertida, se convirtió en el principio de una larga búsqueda sin fin. Bebí como nunca había bebido. Miraba a todos y cada uno de los chicos que me rodeaban, buscando una mirada cómplicidad y afirmación. Algunos me miraban mientras bebía sentada en la barra. Thomas se hartó de mí y se fue. Me dejo sola y quizás no hubiera debido hacerlo. Me sentí mas sola que nunca. Necesitaba a alguien que no conocía, que no sabía quién era. Quiero tenerlo a mi lado. Quiero tenerte a mi lado.
- ¿Dónde estás?
- ¿Eres tú?
- ¿quién?
- Tú
- Por supuesto que soy yo...quién voy a ser sino yo
- Pero, ¿que clase de yo?
- Un yo extraño, oculto.- ¿Como te llamas?
- Adrien
- Hola Adrien
- Hola...
- ¿Te apetecería un beso?
- Pregúntale a él
-¿Can I kiss her?
- yes...
Y alguien besó mis labios mientras mis párpados apretaban mi cristalino de una forma desgarradora. Un impulso eléctrico hizo temblar mis extremidades, mis L....todo mi cuerpo flojeó. Cuando tuve fuerzas para quitarme el antifaz él había desaparecido.
Le busqué por todas partes, pero no lo encontré.
¿Cómo voy a encontrar unos labios como los suyos?
No sabía como pero lo haría. Por más que preguntara a Thomas como era, obtenía una respuesta negativa. Se limitaba a decirme que no se acordaba, que no se fijó, que ni siquiera estaba seguro de que fuera un hombre. Estuve toda la noche intentando sacarle una única palabra, un único dato que me ayudara a entender como poder encontrarlo.
Recordaba el olor de su respiración, la temperatura de su piel…pero sobre todo sus labios. Sentí tal necesidad de verlo, de contemplarlo y poder abrazarlo que me derrumbé. Esa noche, que debería haber sido divertida, se convirtió en el principio de una larga búsqueda sin fin. Bebí como nunca había bebido. Miraba a todos y cada uno de los chicos que me rodeaban, buscando una mirada cómplicidad y afirmación. Algunos me miraban mientras bebía sentada en la barra. Thomas se hartó de mí y se fue. Me dejo sola y quizás no hubiera debido hacerlo. Me sentí mas sola que nunca. Necesitaba a alguien que no conocía, que no sabía quién era. Quiero tenerlo a mi lado. Quiero tenerte a mi lado.
- ¿Dónde estás?