jeudi, janvier 20

Enderézame
Por Edith R.


- Enderézame así, le dije indicándole el camino hacia mis nalgas.
- Eres demasiado pequeña
-
Calla y házlo, me gusta

Siguió enderezando mi espalda durante diez minutos. Mas tarde me dejó sobre el suelo, lentamente y se tumbó a mi lado, mirando el techo.

- ¿ Te gustaría que te llevara a algún lugar?, me preguntó
- No, no me gusta demasiado salir de aquí.
- Tienes mucha suerte, ¿sabes?. Este lugar es precioso.
- Lo sé, pero preferiría poder moverme y conocer sitios bonitos de verdad.
- Podrías hacerlo. Si quieres puedo llevarte a donde tu quieras.
- Eres muy amable, pero no estoy de humor. Nunca estoy de humor. A la que pienso en dar un paso fuera de aquí me pongo a temblar.
- Creo que deberíamos hacer algo al respecto.
- Es imposible, créeme.
- No eres de cemento, ¿sabes?. Puedo contigo.
- No me siento normal Ian, me siento extraña ahí fuera.
- Antes nunca te habías sentido así, ¿verdad? ¿por qué ahora?
- Simplemente siento que mi sitio está aquí.
- Necesito enseñarte cosas, necesito que veas cosas que hace tiempo que no ves. Eres preciosa, Alende, me encantas, encantarías a todo el mundo. Mis amigos están deseando verte.
- ¿les has hablado de mi?
- ¡pues claro! ¡no hago otra cosa!
- Que vergüenza...
- Estas llena de prejuicios. Eres el ser mas bello que he visto nunca, debes mirar hacia delante.
- Lo haría si pudiera valerme por mi misma, créeme.
- Déjame ayudarte y formar parte de ti.
- No debes, podrías estar con cualquier mujer, con cualquier hombre. Eres un encanto.
- No quiero estar con nadie que no seas tú.
- Conmigo nunca podrás nadar en el mar, ni pasear al atardecer, ni acostarte a mi lado mientras te abrazo con mis piernas, ni hacer el amor frenéticamente...no podrías hacer nada.
- Contigo lo haré todo, Alende. No me importa nada de lo que crees que debería importarme.
-  No sabes lo que dices.
- Te quiero. Te amo y te necesito. Sé perfectamente lo que digo.
- Ojalá pudiera creerte. Yo si que te quiero.